Comentario
La crisis de los setenta, los crecientes problemas de contaminación medioambiental, la quiebra de la ideología del Progreso, la masificación urbana y el consiguiente empeoramiento de la calidad de vida, accidentes como los de Seveso en Italia (1976) y de Harrisburg en Estados Unidos (1979) dieron alas y argumentos al movimiento ecologista, que desde posiciones marginales fue ampliando su base social, despertando una nueva sensibilidad en los países industrializados, hasta el punto de llegar a condicionar la acción de los Gobiernos. Los inicios del movimiento ecologista en Estados Unidos tienen lugar con el gran apagón, noviembre de 1963, que dejó sin electricidad a gran parte de la costa Este y del sur de Canadá, sobre el que Barry Commoner basó su obra Ciencia y supervivencia, aparecida en 1966, uno de los primeros textos en los que se denuncia la espiral productivista asociada al optimismo tecnológico. El 18 de enero de 1967 se produce una de las primeras catástrofes ecológicas de la segunda mitad del siglo XX, el naufragio del petrolero Torrey Canyon frente a las costas de Bretaña. En 1969 David Brower funda Amigos de la Tierra -Friends of the Earth-, una de las primeras organizaciones ecologistas de carácter mundial. Un año más tarde funcionan en Estados Unidos más de tres mil organizaciones ambientalistas y ecologistas. Ese mismo año, 1969, la National Academy of Sciences de los Estados Unidos publica el informe Resources and Man -Los recursos y el hombre-, primero de los informes procedentes de la comunidad científica que alerta sobre la limitación de los recursos y la explosión demográfica. En febrero de 1970 los matrimonios Bohlen y Stowe tratan de impedir una explosión nuclear estadounidense en Amchitka (Alaska) prevista para 1971; fundan para ello el grupo No Hagáis Olas, que bota un barco bajo el nombre de Greenpeace el 15 de septiembre de 1971, con ello nace Greenpeace. El 22 de abril de 1970 varios millones de personas participan en Estados Unidos en el Earth Day -Día de la Tierra-; las repercusiones de la afirmación de la conciencia ambientalista en la sociedad norteamericana llevaron a la creación por el Gobierno de la Agencia de Protección del Medio Ambiente. El 12 de abril de 1971 varios centenares de personas se manifestaron frente a la central nuclear en construcción de Fessenheim (Alsacia). Es el inicio del movimiento antinuclear francés. El 11 de mayo de ese año 2.200 científicos de todo el mundo se dirigen a la ONU alertando sobre la degradación del medio ambiente, es el Mensaje de Menton que proclama: "vivimos en un sistema cerrado, totalmente dependientes de la Tierra y unos de otros, y eso durante toda nuestra vida y durante la de las generaciones que vendrán". El eco del movimiento ecologista comienza a alcanzar una resonancia internacional, rebasando los límites de los grupos activistas para comenzar a instalarse en la conciencia de la opinión pública, especialmente en los países industrialmente avanzados, donde la degradación del medio ambiente comienza a deteriorar los niveles de calidad de vida. En 1972 aparece el primer informe del Club de Roma sobre los limites del crecimiento. En abril de 1972 se funda en Tasmania (Australia) el primer partido ecologista, el United Tasmania Group, al que le seguirá un mes más tarde el Values Party de Nueva Zelanda. En junio de 1972 se celebra en Estocolmo la primera Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente Humano, organizada por la ONU, que da lugar a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Nairobi. El 14 de julio se desarrolla la primera gran manifestación contra la ampliación de la base militar de Larzac en Francia, convirtiéndose en los siguientes años en punto de referencia y confluencia del movimiento ecologista y pacifista francés, compartiendo en muchos casos activistas y base social. En febrero de 1975 centenares de activistas antinucleares ocupan los terrenos donde se proyecta construir la central nuclear de Whyl -cerca de Friburgo, en la República Federal de Alemania-; tras un inicial desalojo por la policía, la ocupación se prolongará por espacio de ocho meses. Un tribunal paralizará el inicio de las obras el 21 de marzo y el 14 de marzo de 1977 es descartada definitivamente su construcción. Con la ocupación de Whyl arranca con fuerza el movimiento antinuclear alemán. El 22 de marzo de 1975 se produce el primer accidente grave -conocido- en una central nuclear, en Browns Ferry (Alabama, Estados Unidos). Desde ese año el carácter antinuclear del movimiento ecologista tenderá a cobrar un creciente protagonismo hasta lograr la paralización de los programas nucleares en la mayoría de los países industrializados tras los accidentes de Harrisburg y Chernobil. Esa primavera de 1975 registra una continua movilización contra la nuclearización del Rin en la que participan ciudadanos alemanes y franceses, expresión del carácter internacional del movimiento antinuclear. El 10 de julio de 1976 se produce la catástrofe de Seveso (Italia); una nube de dioxina contamina la zona, obligando al desalojo de una amplia zona de la región norte de Milán. El 30 de octubre de ese año varios miles de personas ocupan los terrenos destinados a la construcción de la central nuclear de Brokdorf (Schlesvig-Holstein, RFA). La "batalla de Brokdorf" se prolonga durante varios meses, con continuos desalojos y ocupaciones en los que participan miles de personas. El 30 de julio miles de franceses se manifiestan contra el supergenerador nuclear Superphénix; es el momento álgido del movimiento antinuclear francés, que desde entonces inicia su declive. El 24 de septiembre son miles de alemanes federales los que se manifiestan contra el supergenerador de Kalkar. El 16 de marzo de 1978 el petrolero Amoco-Cádiz vierte frente a las costas bretonas 230.000 toneladas de crudo. En junio de ese año se celebró en Albany (Estados Unidos) el Congreso de Mujeres sobre el Medio Ambiente, síntoma del acercamiento del feminismo a la problemática ecologista, ratificado por la publicación de las obras de Susan Griffin, Woman and Natura. The Roaring Inside Her, y Mary Daly, Gyn-Ecology: The Metaethics of Radical Feminism. El 5 de noviembre de 1978, el movimiento antinuclear austriaco lograba la paralización del programa nuclear en un referéndum. Unos meses más tarde, el 28 de marzo de 1979, ocurre el accidente en la central nuclear de Three Mile Island (Harrisburg); la gravedad y repercusión del acontecimiento paralizan el programa nuclear norteamericano. Tres días más tarde, el 31 de marzo, decenas de miles de alemanes federales se manifiestan en contra de la planta de reprocesamiento nuclear de Gorleben. El 9 de diciembre se celebra en Bruselas una manifestación contra la instalación de los euromisiles en Europa -misiles nucleares de alcance medio-. Es el inicio del nuevo movimiento pacifista europeo que cristalizará con la formación en 1980 de la Campaña Europea por el Desarme Nuclear (END), en la que se evidencian las estrechas relaciones entre el movimiento antinuclear y el movimiento por la paz de los años ochenta. El incremento de la sensibilidad medioambientalista por la opinión pública mundial se traduce en la aprobación, el 5 de marzo de 1980, de la Estrategia Mundial de la Conservación de la Naturaleza, elaborado por la UICN, el PNUMA y el WWF. Ese mismo mes un referéndum obliga al Gobierno a programar el abandono de la energía nuclear para el año 2010 en Suecia. 1980 es el año de la publicación del Informe Global 2000. Report to the President of the U. S., encargado por el presidente James Carter al Departamento de Estado y al Consejo de Calidad Ambiental. Sus conclusiones son aún más alarmantes si cabe que las del primer informe del Club de Roma sobre "los límites del crecimiento". A estas alturas, los argumentos del movimiento ecologista difícilmente pueden ser obviados por la opinión pública y los Gobiernos. La sensibilidad medioambiental se extiende como una mancha de aceite entre las poblaciones de los países industrialmente avanzados; la ecología y el conservacionismo dejan de ser patrimonio exclusivo del movimiento ecologista. Sus demandas empiezan a encontrar eco en los partidos tradicionales, que barnizan sus programas y discursos de un tenue color verde con el que atraer a un electorado cada vez más sensibilizado por la degradación del medio ambiente. 1981 es el año en el que se anuncia por científicos británicos que desde 1970 se reproduce cada primavera un agujero en la capa de ozono en la Antártida, provocado por la acción de los CFC -gases clorofluorocarbonados-; en 1990 se confirma que otro agujero se produce en el Polo Norte. En mayo de 1984, la conferencia de Nairobi, convocada por el PNUMA, alerta sobre los procesos de desertización provocados por la acción humana.En junio de 1984, tras las elecciones europeas, se forma el grupo Arcoiris que aglutina a los europarlamentarios verdes de la CEE. En octubre de ese año se reúne por primera vez la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, creada por la Asamblea General de la ONU de 1983, bajo la presidencia de la primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland. Sus trabajos desembocarán en 1987 en el Informe Nuestro Futuro Común, que propone la adopción de un programa mundial para hacer posible un desarrollo sostenible. El 3 de diciembre de 1984 un escape de la multinacional Union Carbide en Bhopal -India- provoca la muerte inmediata a 2.000 personas y lesiones de diversa consideración a otras 200.000. Evidencia de las crecientes dificultades para las producciones de riesgo en los países industrializados y la estrategia de las transnacionales de trasladar las mismas hacia los países del Tercer Mundo, menos estrictos en lo referente a las normativas y controles gubernamentales y sociales sobre los procesos industriales de riesgo. El accidente de Bhopal y los agujeros de la capa de ozono plantean en toda su crudeza el carácter mundial de la conservación del medio ambiente, confirmado dramáticamente por el accidente de Chernobil.En marzo de 1985 se celebra en París una conferencia mundial sobre la deforestación -cada año desaparecen diez millones de hectáreas de superficie arbolada-. A estas alturas nadie niega los efectos de la lluvia ácida en los países industrializados; en ese año la mitad de los bosques de la República Federal Alemana se encuentra afectada por las emisiones sulfurosas -lluvia ácida-. El 10 de julio de 1985 los servicios secretos galos hunden en Auckland -Nueva Zelanda- el barco Rainbow Warrior, de Greenpeace, cuando protestaba por las explosiones nucleares francesas en el Pacífico. El 26 de abril de 1986, el reactor cuatro de la central nuclear de Chernobil -Ucrania- estalla, fundiéndose el núcleo del reactor, 140.000 personas tuvieron que ser evacuadas y, en 1990, 640.000 se encontraban bajo control médico debido a las emisiones radiactivas; 30.000 kilómetros cuadrados de territorio serán baldíos durante al menos dos generaciones y la nube radiactiva se extendió por el territorio occidental de la URSS alcanzando a Europa occidental. En junio de ese año 4.000 mujeres finlandesas inician una huelga de embarazos por la que renuncian a tener hijos hasta que el Gobierno abandone el programa nuclear. Chernobil representa el golpe de muerte para los procesos de nuclearización. Las moratorias nucleares se extienden a lo largo y ancho de Europa.En mayo de 1988, la reproducción anormal de un alga, provocada por los vertidos de azufre y fósforo, causa la muerte de millones de peces en las costas de Suecia y Noruega; la contaminación de los mares Bálticos y del Norte causa la aniquilación de buena parte de su vida animal. En junio la NASA presenta pruebas sobre los primeros síntomas del "efecto invernadero" -recalentamiento del planeta a consecuencia de las emisiones de gases a la atmósfera, principalmente CO2 -. El 22 de diciembre de 1988, sicarios de los terratenientes de Acre (Brasil) asesinan a Chico Mendes, dirigente sindical y ecologista de los "seringueiros" por su defensa del Amazonas. El 24 de marzo de 1989, el petrolero Exxon Valdez provoca una marea negra de cerca de 20.000 kilómetros cuadrados en Alaska. El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente bajo el lema "Alerta mundial, la Tierra se calienta", propuesto por la ONU para llamar la atención sobre el "efecto invernadero". Los efectos medioambientales de la guerra del Golfo (1990), con el incendio de los pozos petrolíferos de Kuwait, han significado una de las mayores catástrofes de la segunda mitad del siglo XX. Tras la caída del muro de Berlín se ha conocido la situación catastrófica del medio ambiente en la Unión Soviética y los países de Europa del Este. El caso de la destrucción del lago Baikal es paradigmática al respecto; Chernobil no fue sino la confirmación de la regla: el absoluto desprecio por el medio ambienté de las burocracias gerontocráticas de estos países. El desastre de las instalaciones petrolíferas en los territorios de la antigua Unión Soviética se ha puesto en evidencia en los meses de septiembre-octubre de 1994, cuando varios escapes, de entre 65.000 y 200.000 toneladas de crudo, amenazan el Artico con una catástrofe de dimensiones mayores a la sucedida con el Exxon Valdez en Alaska. En junio de 1992 se celebra la Segunda Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente en Río de Janeiro, convocada por la ONU; la presencia masiva de jefes de Estado y de Gobierno simboliza la creciente preocupación de la opinión pública mundial sobre el deterioro del medio ambiente.